Presentación del libro escrito por Miren Aranguren, Monika Mendiberri y Ainara Santamaría.
Últimamente se habla mucho de los cuidados, pero queremos mirar con cautela la extensión del concepto, ya que vemos el riesgo de vaciarlo de contenido y neutralizar el potencial transformador de la mirada a los cuidados desde una perspectiva feminista.
Hay muchas voces hablando de los cuidados, con la promesa de que cambiarán la organización social de hoy en día, pero de raíz nada está cambiando. Este nos parece el caso de algunas instituciones públicas, de muchos planes que se ponen en marcha, de varias empresas privadas. Y queremos observarlo con atención.
Hemos llegado a escribir el libro Ez dadin bizitza eten (Que no se interrumpa la vida) desde una inquietud y desde el amor. Precisamente, desde el amor a la vida y desde la preocupación de ver peligrar la vida misma. Las vidas cada vez son menos vivibles y esto es un peligro que no nos deja indiferente, al menos a nosotras. Por eso hemos recurrido a los cimientos, a los cuidados, puesto que son la esencia de la vida.
Puede haber infinidad de maneras de hablar sobre los cuidados. Se puede hablar de forma deseable porque sin cuidados prima la precariedad y la soledad. Pero se puede hablar señalando las injusticias, porque tal y como están organizados hoy los trabajos de cuidados son fuente de explotación. Nosotras en el libro hemos trabajado los dos puntos de vista, porque hoy en día la vida de unas personas supone la interrupción de otras.
Para escribir este libro nos hemos nutrido de las reflexiones del movimiento feminista. Además, a estas páginas también llega el eco de las personas que hemos conocido en los procesos que se han iniciado en localidades como Hernani, Sakana, Usurbil, Andoain, Zaldibi y otras. En especial, de las cuidadoras, que están en primera línea de las tareas de cuidado. Lo que aquí se reúne es, pues, un amplio recorrido.
Hemos escrito desde lo que nos ha dado nuestra experiencia, pero también desde nuestras fronteras. Somos conscientes de que acumulamos privilegios y de que nos cruzan las distinciones, y desde ese lugar hemos hecho la lectura, desde esa subjetividad, que es la única manera que tenemos de acercarnos a la realidad.
En este libro no hemos podido actuar sobre todas las complejidades que encierra el cuidado. Hemos recopilado algunas, y hemos creado el libro para seguir tirando de ellas y dar debate y reflexión feminista sobre el cuidado a diferentes ámbitos de la sociedad.
Es decir, nuestro objetivo es que se reconozcan políticamente los cuidados, que se siga haciendo el esfuerzo de colocarlos como prioridad en las agendas. Poner un granito de arena más para seguir debatiendo cómo vamos a cambiar nuestras casas, nuestras asociaciones, sindicatos, partidos, relaciones, empleos, tiempos… en definitiva, nuestra organización social.
El 30 de noviembre tenemos una Huelga general feminista por un sistema de cuidados público comunitario y el libro es una manera de aportar desde Emagin Elkartea.